Ya ha llegado el momento, ¿qué universidad elijo?
¡Ya está! ¡¡¡Enhorabuena!!! Terminaste 2º de Bachillerato, superaste la EBAU, y estás esperando las notas de corte. Solo te queda elegir universidad…
¡Ante todo mucha calma!
No te precipites. Antes de mirar listados de universidades, te proponemos una serie de pasos que te ayudarán a tomar esta gran decisión.
La universidad donde estudies decidirá gran parte de tu futuro profesional y personal, así que tómate un tiempo para asegurarte de que eliges bien.
Y recuerda que no tienes que tomar la decisión de manera inminente: Las pruebas de selectividad se dividen en dos partes: la general y la específica. Pues bien, la nota de la general no caduca nunca, tiene una validez indefinida. La nota de la parte específica caduca a los dos años, es decir, el equivalente a dos cursos académicos. Por lo tanto, take it easy… sin dormirte en los laureles tampoco, claro.
¿De verdad quiero ir a la universidad?
Antes que nada, plantéate la gran pregunta ¿de verdad quiero ir (ya) a la universidad? Con este comienzo de artículo no pretendemos desanimarte a ir a la universidad, si no queremos ayudarte a dar los pasos correctos.
Puede ocurrir que todavía no lo tengas claro… no solo la carrera en sí, sino la ciudad, el país, o el enfoque en general. No te creas que la “opción B” solo es la Formación Profesional, sino que existen muchas otras opciones: ciclos formativos, trabajar durante un cierto periodo de tiempo en temas que no requieran titulación específica e incluso la nada desdeñable idea de tomarte un año sabático, para pensártelo o simplemente viajar para mejorar un idioma o conocer otras culturas. Lo que sí es importante es que no te lances a lo loco por presiones externas o heredadas… Para empezar algo, que igual abandonarás al poco tiempo.
Primer paso: “¿Qué quieres ser de mayor?”
Ya lo habrás pensado muchas veces, pero medita primero lo que quieres conseguir con tu formación; el tipo de trabajo en el que te ves y sobre todo el estilo de vida que quieres tener. En la época de nuestros padres y abuelos, se buscaba más una estabilidad laboral y física, “un trabajo para toda la vida”. Hoy en día, la velocidad con que se suceden los cambios, la inseguridad, la inestabilidad política, económica y social ofrecen un panorama de continua oportunidad y escaso compromiso. Nada es duradero, todo está, en cambio, y movimiento. Una vez asumido que el empleo ya no es para toda la vida, se impone el paradigma opuesto: la máxima movilidad laboral favorecida por una gran inestabilidad empresarial, debida no solo a la velocidad con que se suceden los cambios tecnológicos y productivos, y a las consecuencias generadas por la crisis sanitaria, social y económica debido a la pandemia de la covid-19. En términos generales, lo que más se valora ahora es el «salario emocional», como la flexibilidad horaria, la conciliación con la vida personal, un buen clima de trabajo o la presencia de determinados valores en la empresa. La búsqueda de un trabajo motivador debe ser tu objetivo, pero nada es permanente… ya sabes… los objetivos profesionales van cambiando.
Segundo paso: Elige tu carrera universitaria
Una vez que has meditado sobre tu yo del futuro o simplemente tienes una vocación clara, ya tienes claro que la universidad es el camino para llegar a ser ese o esa joven profesional. Piensa cómo llegar a ese primer objetivo: tienes que elegir carrera. Para eso has de tener en cuenta tus aptitudes e intereses, de qué disfrutas y de qué no, y lógicamente, las salidas laborales de los estudios que quieras cursar. No te ciñas a lo que ya conoces: curiosea toda la oferta, ¡te sorprenderás!
Tercer paso: Elige Universidad
Bien, llegamos al meollo central de este artículo. Si ya decidiste qué carrera estudiar, investiga qué universidades la ofrecen y qué especialidades tienen. Debes ser muy rigoroso en esta investigación para evitar futuras decepciones y deserciones.
Aquí influyen muchos factores, y por eso listamos unos cuántos puntos, a tener en cuenta:
- Dificultad de acceso: según las notas que tengas, igual puedas empezar con la técnica del descarte, eliminando las que son demasiado exigentes (¡o demasiado poco!)
- Precio: públicas o privadas difieren mucho en sus tarifas, ya lo sabes, así que es algo a tener mucho en cuenta. En este punto te interesará informarte sobre las opciones de financiación. Asimismo, te compensa investigar los programas de becas. ¡Hay muchísimas opciones de las que seguro nunca habías oído hablar!
- Ciudad/País: no te fijes solo en las unis que hay en tu ciudad. Igual merece la pena cursar tus estudios en otra ciudad e incluso ¡en otro país! Si es así, mira también las opciones alojativas, como residencias de estudiantes o pisos compartidos. Nosotros, lógicamente desde Livensa Living, siempre te recomendaremos la primera opción 😉
- Campus y Equipamiento: Muchos de vosotros receláis de la educación superior por falta de pragmatismo de muchos de los centros universitarios y lenta adaptación a las vanguardias tecnológicas. Esto afecta en muchos casos a cierta discontinuidad en la trayectoria académica, cambio de opciones, situaciones relacionadas con el absentismo o simultaneidad con otras actividades vitales. Así que investiga cómo de adaptada está la universidad que estás eligiendo y si cuenta con un buen campus, laboratorios, talleres, biblioteca y emuladores adecuados y modernos que te permitan complementar la teoría con la práctica.
- Infórmate sobre la trayectoria de los docentes. Es importante que conozcas a los docentes y especialistas que impartirán sus conocimientos durante tu formación. Analiza su trayectoria y experiencia en el campo que dictan. Hoy en día, con LinkedIn ¡es fácil!
- Averigua sobre la vinculación internacional de la universidad. Desarrollar una visión más amplia del mundo será posible si tienes experiencias internacionales. Asegúrate que la universidad a la que postulas tenga contacto con universidades extranjeras en las que puedas realizar una movilidad estudiantil.
Cuarto paso: Short List de las universidades que más te gustan
Con toda la info recopilada en el paso anterior, hazte una “short list” de 3 universidades “finalistas”. Contáctalas y solicita que te envíen información adicional a lo que has visto en la web. Y lo más importante: ve a visitarlas. Muchas de las unis organizan días de puertas abiertas, e incluso en algunos casos, te permiten asistir a algunas de las clases para sentir el ambiente. Y, por último: atrévete a preguntarle a la gente que ya está allí estudiando. Es el mejor feedback que puedes recibir.
